Aún a riesgo de repetirme, dado que hay otro hilo por allí, me gustaría aportar mi experiencia, dado que pude hacer esa comparación en abril de 2017, cuando Porsche Madrid me dejó un nuevo 718 Boxster S por un día.
Observé que, con respecto a la generación 981, había mejorado sustancialmente en el tacto de la dirección y, sobre todo, las suspensiones, mucho más lineales y progresivas. Revisando las fotos observo que hay cierto espacio entre las ruedas, lo que denota que “mi” unidad no llevaba la suspensión Sport. Aún así, en cuanto a chasis, le daba una nota de 10.
El motor, con su turbo, era increíble en su respuesta, con mucho par desde muy abajo. Cuando estaba jugando con las configuraciones del manettino, cometí un error y pulsé un botón que hizo que el coche se lanzara como un caballo desbocado. ¡Qué susto! Luego, aprendí que se trataba del botón de “overboost”, que ponía la máxima potencia durante 20 segundos, me supongo que para ayudar en los adelantamientos.
Por tanto, ningún reparo al funcionamiento del mismo Es indudable que es un muy buen motor, que hace que el coche sea muy rápido- un probador profesional decía del 718 Cayman S que, con los mismos neumáticos, podría llegar a ser más rápido que un 981 Cayman GT4 en circuito. Pero las vibraciones y el ruido que generaban eran insoportables para mi oído fino.
Entiendo que para personas que no le importe el sonido, y me consta que hay muchas, los modelos 718 turbo podrían ser coches ideales, sobre teniendo en cuenta las posibilidades de reprogramación que tienen los motores turbo alimentados, pudiendo llegar a ser los Boxster y Cayman más rápidos de la historia. De hecho, creo que el “viejo” 718 Cayman GTS acelera más rápido a 100 km/h que el “nuevo” GTS con motor 4.0 de seis cilindros. Así que, si los precios se hundiesen como consecuencia del lanzamiento del nuevo modelo, un 718 GTS de segunda mano podría ser “la ganga del siglo”.