PlanificaciónCuando comencé a planificar el viaje y me di cuenta de las distancias desde Londres y desde Madrid hasta la localidad de Sebes (más de 3.000 km), comienzo de la ruta Transalpina en Rumania, me pareció que lo que estábamos planteando era una locura.
De hecho, consideramos la idea de comenzar la ruta en Alemania, alquilando un roadster en Sixt, pero nos informaron que solo podíamos circular con sus coches por Alemania, Suiza y Austria.
Después de consultar nuestras agendas y para evitar en lo posible, las aglomeraciones de verano, decidimos hacer el viaje en la primera semana de septiembre.
Dado lo largo del trayecto, decidimos además que haríamos paradas en algunos sitios de interés para hacer la ruta más entretenida.
Vehículos
Con los años que me venía animando mi hermano para comprar un roadster-resulta que, para nuestro primer viaje juntos desde que compré el Boxster, él había decidido dejar su Lotus Elise en casa y venir con el Nissan GT-R. Una decisión lógica. El otro hubiera sido un martirio.
El viaje- IdaFijamos como punto de encuentro la localidad de Menton, en la Costa Azul y a apenas 4 km. de la frontera con Italia. Para romper el viaje, hice noche cerca de Girona, llegando a Menton en la tarde del día siguiente.
Italia
A la mañana siguiente, partimos para Verona, la ciudad de Romeo y Julieta, cuya casa visitamos, por supuesto. Esa noche había opera dentro del anfiteatro de La Arena y pudimos escucharlo desde fuera tomando algo en uno de las muchas cafeterías al aire libre en la Plaza Bra.
AustriaTras revisar la ruta original, habíamos visto que pasábamos al lado del mítico Grossglockner Hochalpenstrasse y estaba claro que no podíamos desaprovechar la oportunidad de conocerlo, añadiendo por tanto una parada en la localidad de Heiliglenblut, Austria.
Comenzamos el ascenso al Grossglockner pronto por la mañana después de pagar el correspondiente peaje. Tuvimos suerte no encontrando apenas tráfico. Carretera con preciosas vistas que recorrimos a una velocidad prudente.

Una vez visto las marmotas en el mirador, comenzamos el descenso por la otra vertiente, menos abrupto y menos espectacular.


Nuestra ruta nos llevó hacia el precioso pueblo de Mariazell, donde hicimos noche en un hotel frente su famosa basílica.
HungríaAl día siguiente, cruzamos la frontera, entrando en Hungría camino de su capital, Budapest
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Dado que era el cumpleaños de mi hermano, decidimos pasar 2 noches en esta ciudad espectacular a orillas del Danubio. Esto nos dio tiempo a hacer excursiones tanto en barco como en autobús por la ciudad.
Dejamos atrás Budapest con muchas ganas de llegar a nuestro país de destino y cuando íbamos por la autovía, muy próximos a la frontera con Rumania, observamos un par de coches parados a la izquierda.
Nos dieron el alto, indicándonos algo.
No tenían uniforme de policías, así que, con algo de miedo, aparcamos los coches obedientemente en el arcén a ver qué nos iban a decir.