Después de esta convocatoria tan poética, no puedo por menos de contestar con un cuarteto:
Una vez recabado el permiso pertinente,
no podemos dilatar más nuestro mensaje,
anunciando que acudiremos a conocer este paisaje,
con nuestro brioso corcel reluciente.
Versos a parte y ya de manera más cartesiana, llegaremos el viernes a media tarde Mariàngels y yo para participar en todo excepto seguramente la comida del domingo para ir avanzando el retorno.
Nos vemos en esta conce olivarera que promete muchas curvas y visitas.
