Sábado 26/ABR/25Puntuales excepto los Lotus que marcaban diferencia también en esto
, nos reunimos en el punto de partida que fue el
Carrefour de Berga, situado en la entrada Sur de la ciudad.
Cobro de la cuota para el mantenimiento del Foro, reparto de pegatinas y briefing recordando las normas de circulación que nos tenemos dadas así como una breve explicación del recorrido de la mañana. Y todos a sus monturas prestos a disfrutar que no llovía.
El primer
tramo Berga – Ripoll pudimos mantener un buen ritmo ya que salvo alguna excepción circulamos casi solos. El primer vídeo de Luis
@Lewis lo documenta.
Atravesamos
Ripoll no sin algunos cortes inevitables por los semáforos, pero a la salida nos volvimos a agrupar. El tramo hasta
Sant Joan de les Abadesses lo hicimos por la N-260 dejando la
Serra Caballera que era mi primera opción a la izquierda. Pero no era factible ya que la atraviesa una pista forestal estrecha que nos hubiese metido en más de un problema.
Después tomamos la C-38 que hasta
Camprodón atravesando una planicie que nos recibió con un verde dominante. Y de aquí a la GIV-5223 que era el segundo tramo chulo de la mañana y que nos llevó al precioso pueblo de
Beguet donde gracias a “mal día” los parkings estaban inesperadamente vacíos. Foto de grupo y a visitarlo repartiéndonos en sus dos únicos restaurantes para tomar algo.
De Beguet a
Castellfollit de la Roca que pudimos admirar encaramado en un risco impresionante en el cruce con la N-260z, teníamos el 3er tramo de unos 30 kms también muy disfrutón. Mientras nos agrupábamos en la salida nos pasaron 2 SUVs, que al cabo de 2 kms alcanzamos. Como no había manera de pasarlos y tampoco se apartaban, no tuvimos más remedio que hacer la goma varias veces para disfrutar, aunque fuese a plazos, de la conducción que nos gusta.
A continuación ya nos dirigimos a
Besalú, que bordeamos para dirigirnos al pequeñísimo pueblo de
Beuda donde en sus pistas deportivas municipales pudimos dar cuenta de nuestros picnics a cobijo de su pérgola y con la tarima por mesa.
La guinda del pastel que tenía prevista era ascender al
Santuari de la Mare de Déu del Mont, punto con unas vistas privilegiadas 360 grados que van desde gran parte del Pirineo con picos tan conocidos como el Canigó (Francia) y el Puigmal, parte de la Costa Brava con les illes Medes, que algunos pudieron apreciar entre las nieblas, y el Pla de l’Estany que visitaríamos después.
Tuve mis dudas debido a que la meteo no acompañaba pero como arriba también hay un restaurante con “cafetería de montaña” muy acogedora pensé que al menos os podría dar un recuerdo especial que os dejase ganas de volver.
Como eran 16 kms en gran parte por pista forestal asfaltada y la cobertura se pierde en gran parte del recorrido, lo hicimos divididos en 5 grupos separados unos minutos en una especie de mini-gimkana con instrucciones sobre el papel, para minimizar el riesgo de quedarnos atascados por vehículos en sentido contrario. Los colíderes nombrados a dedo fueron
@Lewis,
@Tonipep,
@ozelui y
@Malena que supieron seguir muy bien el recorrido con 3 giros a la izquierda para coronar los 1,115 mts de nuestra meta
Como era de prever, arriba no se veía “a dos palmos” y encima llovía. Pero no nos asustamos y subimos a la “plaza” delante de la Iglesia presidida por Mossen Cinto Verdaguer y aproveché para explicar el origen del Santuario y las vistas que nos estábamos perdiendo.
No saqué ni la cámara y sólo puedo compartir esta foto de regreso a los coches, donde se puede apreciar que debido a su privilegiado enclave, se utiliza de estación repetidora.
El descenso lo hicimos todos juntos por un tramo distinto, también muy revirado, pero ya algo más señalizado. Gran parte del recorrido lo hicimos detrás de un Tesla blanco que había salido unos minutos antes, pero que no llevaba mal ritmo.
La siguiente parada fue
L’Estany de Banyoles. Para mi era parada obligada pasando por aquí, porque aunque no era todavía el atardecer, el estanque y sus alrededores dan unas perspectivas preciosas con sus pesqueras al borde del mismo. Caminamos pertrechados de paraguas y mojándonos un poco los pies hasta una bastante chula de la que os dejo una imagen de internet.
Después atravesamos Banyoles bordeando el lago para dirigirnos a la carretera que discurre por el
Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, carretera también sinuosa pero más rápida que aunque llovía pudimos disfrutar a buen ritmo ya que esta misma circunstancia propició que no hubiese casi circulación.
Llegados a
Olot sobre las 7 de la tarde, primero repostamos a escasos metros del hotel. Allí os informé de que más o menos la mitad del grupo podría aparcar en el parking subterráneo del alojamiento y el resto en el de superficie. El
Hotel Riu Fluvià estuvo prácticamente a nuestra disposición. Cenamos en animada conversación, como siempre, y varios compañeros me manifestaron que les había gustado mucho de lo cual me congratulo ya que era uno de los principales alicientes del hospedaje en este hotel.
Tenían una Sala reservada para ver la final de la Copa del Rey pero como no soy nada futbolero, ni me acerqué. Así que nos recogimos a las habitaciones y a descansar para la jornada del domingo.
Hasta aquí noies i nois mi crónica más en prosa que nunca para suplir la falta de fotos.
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