Érase que se era un caballero anomenat Manel, el Señor de la Garrotxa. El pobre padecía mal de amores por la seva dona Mariangels. Entonces como era muy devoto de la Mare de Deu del Mont le prometió  hacer una cruzada, la más arriesgada y peligrosa del mundo mundial. Convenció a sus señores y señoras y los 23 caballeros pertrecharon sus monturas diversas: porches, mazdas, y sin faltar doña Malena del ruidoso Lotus. Y como un compacto ejército recorrieron Berga, Beget, Besalu...
Curvas retorcidas, carreteras imposibles ... y las sacrificadas señoras bailoteando en sus monturas de derecha a izquierda, de izquierda a derecha y todo por el amor de una mujer, por el amor a una curva nunca hecha.
El caballero Manel se enfrentó a la lluvia y sus vasallos con él.  Pero insatisfecho aún quiso acometer un riesgo insólito que había escuchado en los ancianos  de la comarca: el rally Catalunya-Costa Brava. Un tramo más difícil todavía. 
Y lo más difícil todavía se volvió sencillo con el buen hacer de don Manel.  Y los dioses del Olimpo le entregaron el laurel de la victoria por tan perfecta gesta: la entrega, el paisaje, el maravilloso talante y su Mariangels divina.
Así que solo queda vocear: " A vuestras plantas, mi señor" . ¿Para cuándo la próxima batalla?

Visca el RSC!!!